El proyecto AL-AQUA ha apostado por la innovación y la tecnología aplicada al cultivo del almendro en secano como vía para mejorar su resiliencia frente al estrés hídrico. Una de las herramientas clave que hemos incorporado durante estos dos años ha sido el uso de drones equipados con sensores multiespectrales, que nos han permitido monitorizar de forma precisa y no invasiva el desarrollo del cultivo en tiempo real.
El seguimiento de los cultivos mediante drones nos ha permitido caracterizar de forma periódica y detallada el estado hídrico y nutricional de las parcelas de almendro en Chirivel (Almería) y Guadix (Granada), donde se han desarrollado las acciones de AL-AQUA.
Estos vuelos de dron han servido para medir la tasa de desarrollo aéreo de las plantaciones, valorar la densidad foliar y el estado de turgencia de las hojas, analizar la presencia de brotes nuevos y la vitalidad del cultivo, evaluar el efecto de las prácticas de manejo implementadas, como las enmiendas orgánicas, cubiertas vegetales y acumuladores de agua y monitorizar la eficacia de las aplicaciones de microorganismos beneficiosos en la zona de desarrollo radicular.
Todo ello, de forma rápida y eficiente, generando datos clave para ajustar las decisiones de manejo en función del estado del cultivo y las condiciones ambientales de cada campaña.
Seguimiento detallado
En total, se han realizado cuatro vuelos de dron durante dos años consecutivos, antes y después del periodo estival, permitiendo evaluar en condiciones reales el comportamiento del almendro frente a las diferentes técnicas aplicadas.
Vuelos que han sido complementados con muestreos de suelo para medir contenido de humedad a distintas profundidades, calicatas para estudiar el desarrollo radicular según los tratamientos aplicados y mediciones manuales de copa y estructura del árbol, integrando los datos con la información aérea captada.
Además, el uso de drones ha permitido evaluar de forma comparativa el rendimiento de distintos portainjertos (híbridos FG-677 y patrón franco Garrigues) y variedades de almendro, observando diferencias en el desarrollo vegetativo y la eficiencia en el uso del agua, claves para la sostenibilidad en zonas semiáridas.
La apuesta por esta innovación es un ejemplo de cómo la agricultura de precisión puede contribuir a una gestión más eficiente y sostenible en cultivos de secano. Y ha permitido optimizar las decisiones de manejo en función del estado real de las parcelas, valorar con datos objetivos la eficacia de enmiendas, cubiertas y acumuladores de agua y generar conocimiento replicable para otros productores de almendra en zonas áridas.
