El Grupo Operativo AL-AQUA ha estado presente en Infoagro Exhibition 2025, una de las ferias de referencia para el sector agroalimentario, donde se ha mostrado como ejemplo de innovación orientada a fortalecer el cultivo del almendro en condiciones de secano. En esta ocasión, el proyecto ha sido representado por Fundación Tecnova, que ha contado con stand propio, y quien ha expuesto ante profesionales y técnicos del sector los resultados preliminares obtenidos antes de la finalización del proyecto.
Durante la feria, se ha puesto en valor el enfoque integral del proyecto, que combina soluciones biotecnológicas y agroecológicas para mejorar la resiliencia del almendro ante el estrés hídrico, uno de los principales desafíos en las zonas agrícolas del sureste peninsular.
Innovaciones para una agricultura regenerativa
Entre las prácticas y ensayos presentados en el stand de Tecnova destacan: La mejora de la estructura del suelo y su capacidad de retención de agua a través de enmiendas orgánicas como estiércol, restos de poda y biomasa vegetal. La instalación de cubiertas vegetales vivas y orgánicas, que protegen el suelo, reducen la evaporación y favorecen la biodiversidad. El uso de zanjas de infiltración, una técnica sencilla y eficaz para captar agua de lluvia, reducir la escorrentía y mejorar el desarrollo radicular de los almendros. La aplicación experimental de materiales innovadores como la lana de oveja, utilizada como acolchado para retener humedad en el suelo y valorizar un subproducto ganadero local. Y la utilización de microorganismos beneficiosos (bacterias fijadoras de nitrógeno y hongos micorrícicos) para mejorar la biodisponibilidad de nutrientes y la salud del suelo.
Comprometidos con la sostenibilidad del territorio
La participación en Infoagro ha sido también una oportunidad para visibilizar el compromiso de AL-AQUA con una agricultura regenerativa, capaz de mejorar la productividad de los cultivos y, al mismo tiempo, regenerar los recursos naturales y fortalecer los ecosistemas agrícolas.
Este enfoque responde a la necesidad de avanzar hacia modelos más sostenibles y adaptados al cambio climático, especialmente en territorios como el altiplano almeriense y granadino, donde el cultivo del almendro en secano enfrenta serias limitaciones por la escasez hídrica.
