Esta semana se ha llevado a cabo la realización de arranque de árboles dentro del proyecto Al-Aqua en la finca experimental del proyecto en Guadix. Esta acción se ha centrado en el estudio morfométrico del desarrollo radicular de patrones de almendro.

En esta jornada se arrancaron ejemplares de dos patrones distintos, hibrido GF677 y patrón franco procedente de semilla variedad Garrigues. El cultivo era de la variedad Constanti, una variedad con buena actitud para condiciones de secano.

Para la evaluación se han utilizado almendros de ambos patrones plantados en la misma fecha, lo que ha permitido una comparación directa y precisa. Tras la observación y análisis realizados, se ha podido comprobar que, de manera general, los almendros injertados sobre patrón híbrido muestran un mayor vigor y porte en comparación con los injertados sobre patrón franco.

Los patrones franco, aunque han mostrado menos vigor, han mostrado muy comportamiento en condiciones de secano.

Durante esta actuación, se ha realizado un estudio detallado de cada uno de los árboles arrancados, midiendo y analizando sus características morfológicas para obtener datos que permitan determinar cuáles son las mejores opciones de patrón en condiciones de secano.

El objetivo principal de esta actividad es seleccionar las variedades y patrones más resistentes a las condiciones de estrés hídrico ambiental, un aspecto clave para mejorar la resiliencia de los cultivos de almendro en zonas áridas del sureste español, como las provincias de Almería y Granada. Esta acción forma parte de un esfuerzo más amplio por identificar y promocionar material vegetal que, además de adaptarse bien al secano, garantice un rendimiento adecuado y sostenible en escenarios de cambio climático.

El proyecto Al-Aqua cuenta con la colaboración de AlVelAl, Bio Crisara, Tecnova y Aland, y está financiado por la Junta de Andalucía con un presupuesto total de 281.544,52 euros. Entre sus líneas de trabajo destaca la implementación de estrategias biotecnológicas e innovadoras para mejorar la capacidad de resistencia de los almendros al estrés hídrico, contribuyendo así al desarrollo de una agricultura más sostenible y adaptada a las condiciones de nuestro entorno.